Nuestro sistema sanitario no se entendería sin la esencia de la profesión enfermera, sin la esencia de la humanidad que muestran hacia los pacientes. Una esencia que impregna un amplio abanico de competencias propias de esta profesión que son el producto de una formación exigente y que continúa en el día a día de su ejercicio profesional. Una esencia que impregna también la investigación que desarrollan nuestras enfermeras en las instituciones sanitarias, y que en los últimos años ha multiplicado sus impactos positivos, no solamente sobre la ciudadanía, sino también sobre los centros y equipos asistenciales. En efecto, detrás de sus actuaciones más cotidianas, como ayudar a dejar de fumar, hacer curas a domicilio o educar en la salud a los alumnos de nuestras escuelas, existe el compromiso militante de acompañar, el esfuerzo incansable para generar una actitud serena y consciente ante la salud y la enfermedad, así como la vocación de tener cuidado de todas las heridas, las visibles y las que no lo son.

Ellas siempre están: cuando enfermamos, pero también a la hora de mejorar nuestra salud o la de nuestros seres queridos. Esta mirada enfermera aúna a la perfección algunos de los valores que queremos para nuestro servicio público de salud: la solidaridad, el compromiso profesional, la búsqueda de la excelencia y la entrega a los demás. Una mirada, una experiencia que yo, Oriol Junqueras, he vivido y sentido en mi propia piel con mi madre, que fue enfermera y ejerció durante 30 años en urgencias de Bellvitge, hospital de referencia para sus vecinos y vecinas.

Capacidad transformadora

Hoy en día, todos los equipos asistenciales están formados por profesionales de distintas disciplinas que actúan como un conjunto armónico para proveernos de la mejor atención a todos. Muy a menudo, las enfermeras son la rótula de estos equipos: facilitan las actuaciones de otros profesionales, recaban información fundamental para la toma de decisiones y están siempre al lado de la persona enferma y de su entorno. Ellas siempre están. Es justamente esta centralidad la que convierte a la enfermera en la profesional con más capacidad transformadora por sí misma. Desarrollar completamente todo el gran abanico de competencias que adquieren las enfermeras en las facultades de nuestro país, que las sitúa entre las mejor valoradas de Europa, es una de las palancas de cambio más potentes que tenemos para conseguir el sistema de salud que todas y todos necesitamos.

'Más mirada enfermera' quiere decir más calidad en la atención, más humanización, menos desigualdades, pero también significa mejor cooperación interprofesional. Por todo ello, continuamos apostando por el pleno reconocimiento y desarrollo de la “prescripción enfermera”, para lo cual pronto aprobaremos un primer decreto en Catalunya. Por todo ello, el pasado domingo, coincidiendo con el Día Internacional de la Enfermería, se hicieron los exámenes de oposición para que más de 3.000 enfermeras del Institut Català de la Salut, que ahora mismo tienen un contrato temporal, accedan a un puesto de trabajo fijo (las pruebas con más oferta de la última década). Por todo ello, en la última convocatoria del Plan Estratégico de Investigación e Innovación en Salud hemos puesto recursos adicionales para que las enfermeras puedan dedicar más tiempo a la investigación. Este compromiso con la profesión es lo que llevó al Govern de la Generalitat, el mes de febrero, a adherirse a la campaña internacional Nursing Now. Porque ellas siempre están.